Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors
Inicio » Padres/educadores » Padres de adolescentes: la información ayuda » Sobre el éxito
Destacadas Padres de adolescentes: la información ayuda

Sobre el éxito

Autor:  José Luis Iglesias Diz.

Sobre el éxito

”Si haces planes para una año planta maíz, si haces planes para una década planta árboles, si haces planes para una vida, adiestra y educa a la gente” Proverbio chino.

 

Es difícil ir contracorriente, suele ser un trabajo decepcionante para el que lo impulsa y una molestia para los demás que están a su alrededor. Tenemos los humanos la tendencia a dejarnos arrastrar por las voces que suenan más alto, sin fijarnos en si son las más coherentes o las más sabias. Sabemos que no por gritar más se tiene más razón, pero sin embargo desde antiguo se pensó que sí, que no solo había que dar buenas razones para defender la tesis de uno si no hacerlo con grandes voces; entonces era absolutamente necesario porque para que todos pudieran oír en el Ágora al ponente este debía tener unos buenos pulmones.

En la actualidad las voces son múltiples y el griterío es un siseo continuo a través de los medios y redes sociales, no hace falta poner el grito en el cielo; a través de un teléfono se puede verter todo el odio y toda la estulticia en la red y llegar a las conciencias de millones de personas con total alevosía. Quiero decir que es difícil ir en contra de este maremoto de información; se corre el riesgo de ser arrastrado a la irrelevancia. Casi nadie tiene ganas de leer, escuchar o reflexionar sobre algo que se  publica o dice sobre todo si es extenso. Es más fácil seguir la senda marcada por las mayorías con niveles de crítica de perfil bajo o simplemente acríticos que nos hacen sentir como partícipes del “gran momento”, momento que en general transcurre por otros vericuetos más tenebrosos, a los que somos ajenos. El barullo favorece a los que proclaman desde sus doradas trincheras lo que es o no es, lo que esta bien o mal, lo que es la moda o no. Pero la gente, embobada, cree que es ella es el motor de ese cambio.

Están de moda los titulares, hoy todo son titulares, cualquier cosa por importante que sea puede ser aclarada o resuelta en “twiter” con sus ¿150? caracteres.  Un presidente, el del país más poderoso del mundo gobierna (o desgobierna) así. Cualquier persona pontifica sobre el poder sobrenatural del ónice, la mermelada de manzana o el origen del universo en 150 caracteres y se siente un astro, un rey de la comedia o un experimentado científico.

Quizá eso haga sentir bien a mucha gente: recibe respuestas, está en “contacto” con gente, se convierte en un ser que otros, pocos o muchos, parecen respetar… Lo fácil es enemigo de lo complejo, pero tiene el poder de arrastre de un Amazonas, pocos se pueden sustraer a su magia, vamos banalizándolo todo y llegamos a la conclusión que con un teclado y una pantalla delante arreglamos el mundo y nos quedamos tan felices. Es más fácil hacer comunicaciones breves, compartir publicaciones (que pocos leen) mandar fotos o respuestas ingeniosas a escribir una reflexión como la que yo hago aquí, aunque creo que esto es mejor que lo anterior, porque en el proceso de escribir pienso con mayor intensidad, debo recordar lo aprendido, confirmar lo que es dudoso y crear una forma expresiva que pueda ser útil, comprensible y amena.

Desde hace algún tiempo a los jóvenes y adolescentes se les atribuye una actitud ante la vida “presentista” (1), “lo quiero y lo quiero aquí y ahora”. La “velocidad” derivada de la instantaneidad de las noticias, informaciones e imágenes acrecienta esta ansiedad ante cualquier demora en una edad en que los comportamientos ya son de por si más impulsivos que en el adulto. Si la sociedad de la información-comunicación es cada vez más superficial y no ahonda en los asuntos que conciernen a la ética, el valor de lo bien hecho y el esfuerzo (que necesariamente se exige para hacerlo bien) nos encontraremos con un mensaje simplista en el que el “éxito” consiste en lograr mas “me gusta” o seguidores en Facebook, Instagram o Youtube;  y si además se habla de “Éxito” como el exponente máximo de la visibilidad, en una “sociedad de la transparencia” en donde todo se dice, se cuenta y se expone, perdiendo el sentido seductor de lo oculto, de lo que hay que descubrir…(2) nos encontramos con que los adolescentes y jóvenes harán cualquier cosa por obtener esa supuesta relevancia en las redes y relegarán la actividad que se considera formadora como aburrida y de poco sentido.  Si además el inamovible y rígido sistema educativo no parece funcionar adecuadamente desajustado a los tiempos, el problema se complica. Los “deficits” cognitivos a nivel de compresión lectora siguen siendo muy altos y el abandono escolar uno de los mayores de Europa; a pesar de que se lee más que nunca (jóvenes y adolescentes) solo un porcentaje muy bajo de adolescentes de 13 años (menos del 5%) es capaz de interpretar correctamente un artículo en Internet. (3).

Hablamos de las generaciones mas preparadas de todos los tiempos una y otra vez pero ¿de que preparación hablamos? Tienen una formación formal, ajustada a los currículos; se manejan muy bien (han nacido con Internet) con la formidable máquina informática, tienen acceso a toda la información jamás imaginada, saben más idiomas, viajan más. Por el contrario, tienen niveles de empleo muy bajos, trabajos precarios e inadecuados a su formación lo que crea no poca frustración, pero además no están en general informados y formados en la manera de manejarse en el mundo laboral.

Dice Zig Bouman “Se puede decir que en ninguna otra época se ha sentido de manera tan profunda la necesidad de ELEGIR, ni la selección se había convertido en algo tan agudamente consciente, algo que se lleva a cabo en condiciones de incertidumbre dolorosas y bajo la constante amenaza de quedarnos en la cuneta y ser excluidos del juego, con el camino del retorno bloqueado por el fracaso a la hora de cumplir con las nuevas demandas. Hoy el hombre que elige, descubre o sospecha que no hay reglas preestablecidas ni objetivos universalmente aprobados a los que apuntar… lo que hoy parece fiable mañana será desenmascarado y considerado corrupto…(4)”

            Sin embargo, vemos como los padres de algunos niños o adolescentes parecen estar dispuestos a hacer lo imposible por conseguir el éxito de sus hijos/as. El éxito como máximo exponente del poder y el estatus. El deportista de élite es admirado y si se trata de deportes como el fútbol, adorado y considerado un semidios; miles de aficionados acuden a sus entrenamientos, luchan por un autógrafo o un “selfi”. La prensa y medios audiovisuales muestran hasta la saciedad los “milagros” de los héroes de actualidad. Igualmente sucede con los músicos famosos…

La búsqueda del éxito es tan antigua como nuestra civilización; en la antigua Grecia los hombres que afrontaban la guerra con valentía y vencían, al igual que los atletas en los juegos, deseaban más que cualquier otra cosa, la gloria, la fama y la máxima aspiración de los ciudadanos era dejar una huella en la historia.

La búsqueda del éxito es legítima pero el éxito es esquivo y la mayoría no logran esa deseada fama aun a pesar de muchos esfuerzos, lo cual genera frustración. Por otro lado el camino hacia esa “fama” añorada no es un camino de rosas, no siempre nos proporciona la felicidad o la serenidad o el dinero que creíamos poder llegar a tener; por el contrario tras el éxito solo se concibe una vida de más “éxitos” y ello crea tensión y una enorme exigencia, la cual no es fácil de mantener.

El mundo, recordémoslo, es cada día un poco mejor gracias a los esfuerzos y a la honradez de la mayoría de “anónimos” seres humanos.

  1. Javier Elzo Estilos de vida y valores actuales de la juventud. En “Adolescente y su entorno en el siglo XXI” Cuadernos Faros 2011; 5: 95-119
  2. Byung-Chu Han. “La Sociedad de la Transparencia”. Ed. Herder SL. Barcelona 2013. 87-95.
  3. Andrés Sandoval Hernán. Unidad de Investigación y Análisis de la Asociación para la Evaluación del Rendimiento Educativo. (IEA).
  4. Zigmun Bouman . “Sobre la Educación en un mundo líquido”. Conversaciones con Ricardo Mazzeo. Ed. Paidos: Estado y Sociedad. 2013.